23 julio, 2009

LA FE DE PABLO MEDINA

Desde que comenzó el primer CIRE Caja de Jaén, Pablo Medina se había marcado un objetivo: jugar en primera categoría la próxima temporada.
Como organizador y defensor del bolo andaluz, Pablo siempre ha estado ahí, y la situación del bolo andaluz en la actualidad no podría entenderse sin su aportación. Es uno de los padres del CIRE Caja de Jaén, sistema competitivo, basado en otros circuitos bolísticos de modalidades norteñas, y que le ha dado un aire fresco y bueno a nuestro deporte autóctono. Pero no se conformaba con ello.
A todos nos había confesado su deseo de clasificarse en primera. Lo dijo hasta por la radio. Pero Pablo no es un jugador que haya obtenido buenos resultados en competición. Y esta temporada tampoco era una excepción. Las jornadas del CIRE Caja de Jaén iban pasando y nunca conseguía colarse entre los 32 primeros. Su mejor participación fue en el Campeonato de Andalucía de la modalidad valle celebrado en Beas, donde consiguió llegar a cuartos de final, entre los 8 primeros. Sin embargo los regionales no puntuaban para el CIRE. Con tan pobre balance, un punto por torneo, se plantó en la última jornada con el mismo objetivo. Lo comentó entre sus compañeros de club, con su familia, con amigos del circuito. Nadie le dijo que era casi imposible, nadie creía en la hazaña, excepto él. Sólo él tenía fe en sí mismo.
Tenía las cuentas hechas. Con cinco puntos, ni siquiera los seis del cuarto puesto le garantizaban su permanencia en primera. Se apuntó en la última escuadra, para jugar con toda la presión, con todo el calor, y estuvo arbitrando casi toda la mañana… ¿Arbitrando? ¿Observando la estrategia de los contrincantes? ¿Meditando que tipo de tirada iba a realizar? ¿A mingo? ¿A rule?
La elección del tipo de tirada fue motivo de preocupación esa mañana. Yo mismo no estaba seguro si iba a tirar a rule o a mingo. En la bolera de Arroyo Frío conseguí el campeonato comarcal el año pasado a rule. Pero últimamente tengo el pulso fino para tirar a mingo a 8 metros, y en el campeonato de Andalucía no me fue mal. Mi hijo, Josemi Nieto, me preguntó esa mañana como debía tirar. Le recomendé que, por las juntas del tablón él, que tiene buen pulso, debía tirar a mingo y que yo había elegido ese estilo para mi tirada. Como un buen hijo adolescente que es, hizo exactamente lo contrario. Y aunque empezó muy bien, en la junta del último tablón de saltó la bola definitiva que le impidió clasificarse entre los 8 primeros.
Sin embargo, Pablo había observado que el mingo salía bien soltando la bola al principio del tablón. Para cuando Pablo se disponía a tirar, había visto la tirada de Paco Ruiz, de los Reales, que tirando al rule ocupaba la segunda posición de la clasificación provisional.
Llega el turno de Pablo. La gente de su club ya toma sitio en las gradas para animarlo. Saben que lo tiene muy difícil, para meterse en los partidos finales, tiene que superar los 60 bolos del hasta momento 8º clasificado. No ha escogido su bola habitual, sino que ha elegido una de la bolera de Arroyo Frío. Lanza su primera bola, rueda por el tablón y engancha en su sitio a primer mingo y lo lleva a la raya de 40 bolos. Una ovación de júbilo sale de sus compañeros de club. Lo puede conseguir. En el birle no derriba ningún mingo.
Segundas bola. Rueda, impacta en el primer mingo, pero éste no logra sobrepasar la raya de birle: 4 bolos. Consigue arreglar algo la jugada derribando un mingo en el birle. Dos bolos más y ya lleva 46 bolos. Está en el camino.
La tercera bola le hace regresar a la tierra. No toca mingo ni en la mano ni en el birle. Sus adeptos se resignan, quizás haya sido sólo un espejismo. Pero Pablo mantiene la fe.
Cuarta bola. Rueda por el tablón fuerte, totalmente recta hacia la línea de mingos. Pero … zas. Se encuentra con la última junta del tablón y salta por encima del mingo principal, llevándose los otros dos. Sólo tres bolos. Maldita junta, esa tirada valía la clasificación. Vuelve a fallar en el birle. Quinta bola. Sólo está a 20 bolos de la clasificación, la misma situación que la que tenía tras la tirada de la primera bola. Pero ya se han acabado las segundas oportunidades. Sin embargo Pablo sigue teniendo fe. No hay quinto malo, dicen los taurinos. Toma la bola, se coloca en su sitio, se concentra, parece que no va decidirse nunca. Echa el pie adelante, inicia la carrera y saca toda la rabia que tiene dentro y suelta la bola rodando por el tablón. ¿Qué puede estar pensando en esos momentos, cuando toda la temporada se la juega en ese lanzamiento? La esfera supera la última junta del tablón sin tropezar y un sonido seco ensordece la bolera. El mingo principal sale volando, pasa la raya de 10, la de 20, la de 30 y la de ¡40 bolos! Al aplauso de los jugadores del Sierra de las Villas se unen la de todos los presentes en la bolera. El primer paso está dado. Con 89 bolos se ha clasificado para los partidos finales en 5º lugar, a tan sólo cinco del cuarto, Eusebio Quesada, de los Reales, consumado especialista en la modalidad valle, con el que tiene que jugar el partido que le de el pase a semifinales.
Comienza tirando Eusebio un bolo en la mano y dos en el birle. Pablo lo tiene fácil. Pero otra vez la junta del tablón hace saltar la bola y derribando los dos mingos menores consigue tres bolos empatando la carga. Con sólo derribar un bolo en el birle gana la primera raya. Su intento se frustra. La raya no es para nadie. Eusebio no está fino, erra la siguiente bola y sólo consigue dos bolos en el birle. Raya para Pablo, que con seis bolos también se anota la segunda. Eusebio empeora y con dos malas tiradas consecutivas le da el partido a Pablo. Seis rayas a cero para Pablo.
El objetivo está casi conseguido. Si gana el partido de semifinales, mantendrá categoría. Si lo pierde tendrá que ganar la final de consolación para asegurarse plaza.
La semifinal la juega con Pepe Guirado, del Club Sierra Cazorla, que en un emocionante partido había vencido en cuartos por 6 rayas a 5 a Diego García, de Los Reales, que se había clasificado como primer cabeza de serie con la friolera de 181 bolos en la previa.
La moneda decide que comience Guirado. Pepe es la primera vez que juega a la modalidad antigua, pero es evidente que se ha adaptado rápidamente. Es uno de los jugadores más técnicos de Cazorla, con un pulso envidiable. Un accidente en el brazo le restó potencia, pero en las boleras cerradas de mingo es temible. Con la primera bola consigue sacar el mingo de la raya de borre: 10 bolos. El público, claramente a favor del jugador mogonero guarda silencio. La cosa se pone fea. Pablo tendrá que mejorar respecto su partido anterior si quiere contrarrestar el juego del cazorleño. Con su primera tirada arrastra los dos primeros mingos, llevando el gordo a la raya de 20. La raya es suya. Aplausos y vítores de la afición. A los 22 bolos les añade otros dos en el birle: 24 de carga. Pepe no consigue sacar el mingo de la raya de 10 y no tira ninguno en el birle. Segunda raya para Pablo. En la segunda tirada Pablo hace otros 4 bolos y con los mismos raya de nuevo. Pepe hace exactamente lo mismo y el empate no le sirve. Cuarta raya para Medina. La quinta la gana con otra excelente tirada de 24 bolos, 20 en la mano y 4 en el birle. Sus seguidores se vuelven locos y nadie se pierde un segundo del juego. Saben que el partido está casi sentenciado. Pero Pepe hace 22 bolos en la mano. Tirando dos bolos en el birle corta la carga de Pablo y la contienda puede dar un vuelco. Estamos ante una situación muy parecida a la de su partido anterior con Diego García, en la que se vio obligado a tirar los tres mingos en el birle, cuando perdía 5 rayas a 4 con el campeón de Beas. Pero esta vez no hay suerte y la bola sale desviada en el bote y pasa por el lateral del tablón. Todos los seguidores del Sierra de las Villas corren a abrazar al héroe del día. Pablo Medina ha llegado a la final, y de qué forma, ganando sus dos partidos por6 a 0, y ahora sí que es jugador de primera.
Juega la final con su compañero de club el potentísimo Antonio Castillo, que con la llegada a la final asegura su primer puesto en el CIRE Caja de Jaén 2009. El sorteo decide que la primera tirada la realice Castillo. Seis bolos de carga, que es cortada con 10 bolos de Pablo. La primera raya es para él. Pero Antonio responde con un juego demoledor: 44 bolos de carga. Pablo aprovecha como puede las veces que Castillo no saca el mingo de la raya de borre y consigue anotarse otras dos rayas. Pero una tirada de 32 y otra de 82 bolos proclaman como campeón de la XIII Copa Presidente a Antonio Castillo. En cambio la hombrada del día, de la temporada, la ha hecho Pablo Medina.
Mientras preparamos el acto de entrega de trofeos, le pido que se relaje, que se tome algo y que se mezcle con los campeones. Hoy no va a entregar ningún premio como Director Técnico de la FAB, hoy va a recoger un trofeo, el primero en un torneo abierto de la Federación y el reconocimiento como jugador de primera categoría.
Mezclado en la marea roja del Sierra de las Villas lo veo como en una nube. Ya se han entregado casi todos los trofeos. Sólo quedan dos. Le toca el turno. Ante mi sorpresa veo que todos los jugadores de su club se disponen en dos filas paralelas y le hacen el pasillo de campeón cuando es llamado para recoger su trofeo. Es la primera vez que veo este detalle en una bolera serrana. Es totalmente comprensible. Hoy ha sido el día de Pablo Medina, que recordará y recordaremos durante mucho tiempo.
La hazaña de Pablo se ha basado en el tesón, la autoestima y la fe. Nada es imposible en el bolo andaluz y todos tenemos nuestra oportunidad. Un ejemplo para todos y sobre todo para los más pequeños. Que un bolero tenga su día de gloria con 40 años es una buena muestra de que todo es posible, de que el que la sigue la consigue.
Con este post he querido rendir un pequeño homenaje a Pablo Medina, una de las personas que más ha luchado y sigue luchando por los bolos serranos. Es mucho el camino que nos queda por recorrer, pero con una actitud como la suya estoy seguro que “llegaremos a tiempo”. Ser campeón es demasiado fácil, no todos saben ser subcampeones. En nuestro deporte tenemos muchos buenos y grandes subcampeones. Gracias a ellos seguimos vivos y caminando. Pablo, te deseo muchos días como este.
José Miguel Nieto Ojeda

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