16 marzo, 2010

PREMIOS CANDIL 2010 A LOS MAESTROS BOLEROS DE ANDALUCÍA


El simbolismo de la lámpara de aceite, que en Andalucía conocemos como candil, está ligado al de la emanación de la luz. El soporte de la luz y la luz son la manifestación de la lámpara. De ahí esa unidad entre una y otra, que se asemeja a la de la concentración y la sabiduría. La lámpara del método, dicen los tibetanos, permite descubrir la sabiduría. La transmisión de la llama de la lámpara es símbolo de la transmisión de la doctrina.
También es una representación del hombre; como él, tiene cuerpo de arcilla, alma vegetativa o principio de vida, que es el aceite, y espíritu, que es la llama. Ofrecerlaen un santuario es ofrecerse a sí mismo. Precisamente, por ser la arcilla una representación del hombre, nuestros candiles, los que vamos a entregar como premio, son de barro, porque están dedicados a las personas que, a lo largo de toda su vida, han fomentado la práctica del deporte y el amor por los bolos de nuestra tierra. Una imagen que se ha perdido, tal vez para siempre, es la del padre, a la luz del candil en un cortijo serrano, preparando con la escofina la primera bola a su hijo. Para ellos, para los verdaderos Maestros Boleros de Andalucía se destinarán los más entrañables de nuestros galardones.
Son muchos los mayores que merecen este reconocimiento. Cada año se otorgarán tres de estos premios, además del correspondiente diploma de Maestro Bolero de Andalucía, a tres personas originarias de cada una de las comarcas que conforman el Parque Natural que, por distintas acciones o actitudes, han conseguido mantener la llama de nuestro deporte autóctono encendida, para el disfrute de todos nosotros y de las generaciones venideras.

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