04 noviembre, 2011

II TORNEO DE LA BOTIJUELA, NOS DESPEDIMOS DE LA TEMPORADA EN HORNOS DE SEGURA


Llega el frío, la lluvia, los días cortos y las noches largas. La aceituna empieza a madurar en el árbol, cambia de color y no hay que detenerse. Hay que aprovechar todos los días, que la meteorología permita, de final de otoño y principios de verano, para que nuestro petróleo verde siga manteniendo la vida en nuestras comarcas. Va siendo hora de guardar las bolas y los mingos y desempolvar las varas y los mantones. Pero, ¿es qué todos los boleros cogen aceituna? Pues se podría decir que así es. El bolo andaluz es un deporte popular y tradicional, que ha subsistido en las comarcas rurales, en los núcleos pequeños, gracias que en estos lugares tal vez a las modas y a las especulaciones les cuesta entrar más que en otros ambientes.

Si alguien no sabe porque el último torneo del año se llama “de la botijuela” no debe ser de por aquí. La “botijuela” es la fiesta que la cuadrilla de un tajo de aceituna celebra cuando la campaña se acaba, un agradecimiento al trabajo de recolección, una tarea que -hay que decirlo- que es bastante penosa, porque además del esfuerzo físico tienes que aguantar los fríos extremos por las mañanas, momentos en los que no se sienten los dedos, para más tarde, cuando la gélida costra de la tierra se descongela, arrastrar toneladas de barro en el calzado y los mantones, y terminar el día en camiseta, sudando la gota gorda. Es normal que después de dos meses en la faena, los jornaleros y los patrones se despidan de tan ardua tarea con una comilona y una fiesta, que puede acabar en baile, incluso, si el cortijo tiene “bolea”, en partidas de bolos originadas por los desafíos que surgen de la valentía e inconsciencia que nos aporta el vino.

Tras una temporada intensa, que ha terminado con una recta final de temporada repleta de concursos oficiales, los jugadores y jugadoras, que gustan de jugar en manga corta, ya empiezan a faltar en las boleras y a sentirse cansados. El mes de octubre nos ha podido parecer hasta agobiante: 8 días de competición, jugando en sábado, domingo, miércoles, …, 41 concursos en hasta once categorías distintas, se ha jugado en un total de 15 boleras diferentes, montándose hasta 6 boleras portátiles. Era necesario pues al calendario previsto ha habido que sumar dos pruebas individuales más –veinte concursos- por aplazamientos. Es normal, por tanto, que el Comité Técnico se quiera despedir de los deportistas de forma distendida, alrededor de una buena comida –parece que esta año tocan “galianos”- aderezada con un buen manchego. Eso sí, antes todo hay que decir adiós a nuestro deporte favorito como más nos gusta: jugando. Cuatro concursos están programados para este domingo.

Para la temporada que viene ya hay una promesa: programar un calendario oficial con menos pero mejores concursos, de tal  forma que seguir el circuito federativo no sea una carga, sino todo lo contrario. Así es que ya sabéis, si el tiempo no lo impide –que de momento amenaza-, el próximo domingo, II Torneo de la Botijuela -antiguo Torneo de Navidad- en la Bolera de El Trillo, en Hornos de Segura, uno de los pueblos más bonitos de la serranía. Os esperamos.

Las previsiones meteorológicas son las siguientes:

2 comentarios:

  1. Ahí estaremos en silencio cámara en ristre, suerte a los participantes.

    ResponderEliminar
  2. Nos pondremos guapos para las fotos. Un trato Jesús. Si nos pasas alguna foto, te invitamos a galianos.

    ResponderEliminar